Anoche fue el minuto inolvidable en que cambiamos el primer te quiero.
Se lo dirán las flores a las flores, se lo dirá un lucero a otro lucero.
Lo sabrá tu cuarto y tu casa, tu calle, el barrio, el pueblo.
Porque anoche los dos, en un susurro, yo te dije: Te quiero.
Y tú: Te quiero.
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